jueves, 20 de marzo

MANTILLAS (1)

Ya huele a azahar y, en breve, este olor tan característico de la primavera se fundirá con otro que, durante todo un año, anhelan los cofrades, el olor a incienso y a Semana Santa.

Estas fechas, amén de la espiritualidad que las ampara, están llenas de tradición y solera no sólo en la liturgia sino, también, en el vestir. En este sentido, qué duda cabe que la mantilla española es pieza fundamental en el estilismo femenino.

Sin embargo, como en todo, también existen normas para su correcto uso. Para aclarar las dudas que podamos tener al respecto, hoy nos centraremos en la mantilla blanca, más festiva, y mañana, en la negra, de uso mucho más castrense.

La mantilla española, prenda tradicionalmente española y de adopción andaluza, no es más que una variante del velo que, desde antiguo, usaban las mujeres para acudir a las celebraciones religiosas. Hoy en día, sin embargo, se ha incorporado como un elemento más de los estilismos de rabiosa actualidad, dándole diferentes usos, según su color.

Así, en general, la mantilla blanca, actualmente, se utiliza sólo para las bodas y las fiestas taurinas. Y también es esto hay unas normas que cumplir.

El uso de la mantilla en las bodas queda restringido a la novia y la madrina. Excepcionalmente, sólo en ceremonias religiosas y si los novios han establecido esa etiqueta, podrán usarla el resto de invitadas. Si es una boda de día, luciremos la mantilla con traje de cócktail, por debajo de la rodilla. Por el contrario, si la ceremonia es de tarde-noche, esta prenda sólo será vestida con traje largo. En cualquier caso, deberán ser trajes de una sola pieza, con manga larga o francesa.

La mantilla deberá tener el largo adecuado a cada mujer, sin exceder el largo de la falda. Por la parte delantera, deberá llegar a la altura de las manos y, por detrás, algo más abajo de la cadera.

En cuanto al color, el blanco quedará reservado a la novia. Según el protocolo, la madrina deberá lucirla negra, color que compartirá con las invitadas casadas. Las solteras, sin embargo, podrán usar el beige. Estas reglas, sin embargo, y como veréis a continuación, han ido flexibilizándose con el tiempo.